

En la MESOPLASTIA CORPORAL y/o FACIAL, "las sustancias infiltradas -vitaminas, antioxidantes,minerales como el silicio, ácidos hialurónicos y Bótox, entre otras- actúan sobre los músculos, tejido subcutáneo, la dermis y la epidermis, y con ello se consigue reestructurar volúmenes, tensar la piel y contrarrestar los principales signos de envejecimiento", explica La Doctora Lidici Santana, uno de los profesionales que imparte esta técnica en España.
Como sucede con otros tratamientos, "debe ser totalmente personalizado, es decir, hay que realizar una mesoplastia adaptada a cada tipo de piel -seca, grasa, flácida,...-, tener en cuenta si es una piel cuidada, si se la ha protegido del sol o no, etc., y en función de todo ello se aplica uno u otro producto", detalla este especialista.
Riesgos mínimos
Respecto a los posibles riesgos de la intervención, "no se han descrito". Los pacientes "pueden estar tranquilos ya que las sustancias que ponemos han sido testadas y autorizadas debidamente por el Ministerio de Sanidad y cumplen todas las normas de la Unión Europea", destaca La Doctora. El único inconveniente "puede ser un leve enrojecimiento de la zona inyectada que desaparece al poco tiempo”.
La mesoplastia se realiza en varias intervenciones,

Actualmente, "son señoras a partir de 40 años y señores algo más mayores el grupo de edad que está demandando este tipo de tratamientos; todos ellos son personas que tienen miedo a cualquier tipo de intervención quirúrgica y que han encontrado en esta técnica la solución a sus problemas".
Para ellos, "es una manera fácil de mantener la tersura, los volúmenes y la tensión de la piel sin operarse", añade.