
Actualmente
la medicina estética, no solo abarca la aplicación de rellenos y de la toxina botulínica,
sino que también presta atención a la nutrición, ejercicio, bienestar psicológico
y equilibrio espiritual (centrados en la
práctica de yoga, y la meditación)
El perfil
de la persona que ejerce los tratamientos debe ser un médico capacitado y con
experiencia profesional en el terreno técnico, práctico y con capacidad de
manejar eficazmente cualquier tipo de complicación.
Debido al
aumento de los requerimientos de este
tipo de acto médico ya que son minimamente invasivos
ya que existen muchas personas
sin escrúpulos que se dedican exclusivamente al aspecto económico, que
venden falsas expectativas
anteponiendo la rentabilidad a la salud
de los pacientes.

Debe
importar quien aplica dichos tratamientos que haya profesionalidad,
acreditación y especialización, que solo
puede estar asegurada por médicos que se han preocupado de su formación
continuada.
Debe haber un control sanitario exhaustivo de los centros donde se aplican dichos tratamientos.
La
medicina estética aunque no se dedica al
tratamiento de enfermedades, si que juega un papel importante a nivel del
mantenimiento de la salud y mejora de la calidad de vida de los pacientes, por
lo que el paciente y la agencia de sanidad deben de exigir unos requisitos
esenciales.